Con la llegada del 2008 no todo parece ser algarabía y enjundia, a partir del primer minuto de este año se abre México por completo a las importaciones de maíz, fríjol, leche en polvo y azúcar desde Estados Unidos. Con esto finaliza el periodo de apertura gradual, en materia agrícola, impuesto por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.Nuestros campesinos competirán contra una producción anual de 300 millones de toneladas de maíz que produce el vecino del norte, mientras observan las apenas 19 millones de toneladas anuales que producimos de este lado de la frontera norte. A este agravio cuantitativo le agregamos el subsidio de no más de 770 dólares por año que recibe nuestro maíz contra los casi 20000 dolares anuales que perciben de apoyo los campos de Estados Unidos. Suena a un desquebrajamiento a la tradición nacional, el campo en México queda desamparado ante un "Gigante" de basta estrategia neoliberalista.
Felipe Calderón tendrá que imponer una política más intervencionista para el desarrollo cauntitativo y cualitativo del campo mexicano, aunque esto parece alejado del pensamiento del Estado Delgado del ejecutivo panista. Si a esto le sumamos la escalada de precios que va a generar el aumento a la gasolina tenemos una fórmula cuyo resultado puede generar una desestabilidad social en nuestro país.
Pero el pueblo mexicano debe hacer algo, y no precisamente tomar las armas, sino formar la conciencia nacional necesaria para consumir los productos de nuestra patria y preferirlos por encima de los importados. Si empezamos una campaña de "CONSUME LO QUE TU TIERRA PRODUCE" podremos apoyar y suministrar los recursos que el campo necesita para fortalecerse en todos los aspectos.



1 comentario:
No basta con solo consumir lo hecho en México para tener una balanza comercial a favor, el problema agrario es muy complejo.
Saludos.
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