
Se presenta el Cuarto Informe de Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, y toca precisamente en un año festivo para nuestra Nación.
Pero qué reflexión podemos hacer al respecto, México cumple en este mes 200 años del inicio del movimiento de Independencia, aquel sueño de hombres libres y de buenas costumbres que anhelaban tener una patria que cobijara oportunidades, igualdades, justicias y equidades sociales; ese era el reto como sociedad que teníamos que afrontar, y hoy a 200 años de aquel augusto movimiento, que años más tarde se concluyera con la firma de los Tratados de Córdoba, México se entiende libre e independiente de otras naciones, pero qué tan independiente somos de los intereses particulares y caprichos personales de los hombres de política, de los hombres de negocio e incluso de los cabecillas del crimen organizado.
Este 1 de Septiembre, el Presidente de la República cumple con la obligatoriedad constitucional de presentar el estado que guarda la administración pública Federal, nos informa, a través de nuestros representantes en el Congreso de la Unión y de un mensaje a la nación, de los resultados de las decisiones que tomó durante el año correspondiente, así como los avances en diversas materias que a la sociedad le preocupan. Esto nos invita a observar con imparcialidad donde estamos, pero atendiendo el llamado histórico de dónde venimos y hacia dónde vamos; en este sentido podemos decir que en diez años hemos podido hacer un balance de los métodos y las formas en que nos gobiernan diferentes partidos políticos, que en el caso federal hacemos comparativos de los dos partidos más importantes, el PRI, que gobernó 70 años, y el PAN que lleva la primera década del siglo al frente del Ejecutivo Federal.
En materia de economía queda claro que no hemos tenido grandes “retrocesos”, pero menos se ha encontrado un camino que nos de avances para otorgar mayor certidumbre a la población en el marco de su poder adquisitivo, es decir, que en lo general, como Nación, la economía vive un estancamiento que es vulnerable a sufrir fracturas que colapsen el mercado interno, tenemos como ejemplo las fuentes de empleo, que en este año aumentaron, pero en comparación con las perdidas respecto a años pasados se está recuperando lo perdido, es decir no tenemos un crecimiento en nuevos empleados y empleadores, tampoco se promueve eficazmente el autoconsumo y el autoempleo, aunque resalta que nuestra dependencia económica sigue siendo ligada a mercados internacionales y a energéticos; todo esto ha repercutido en la economía individual, donde el aumento de los combustibles genera un aumento de precios a la canasta básica, provocando que los ingresos regulares del grueso poblacional no alcance para una vida completamente digna.
Entre otros temas, que ya los especialistas analizarán, encontramos el tema de seguridad nacional, un tema delicado y causa de debates entre la sociedad. El actual gobierno ha tomado decisiones drásticas de combate al crimen organizado, pero las mismas han provocado un desajuste en las organizaciones criminales que conlleva la lógica violencia que se vive en los territorios disputados entre los grupos emergentes y consolidados de estas organizaciones. La sociedad está entendiendo un clima de inseguridad como causa del miedo extendido, existe una incertidumbre de los resultados correctos de las políticas públicas en materia de seguridad; actualmente la autonomía de los Estados Libres y Soberanos, así como de los municipios, se ve opacada por la presencia de militares, que ciertamente defenderán el Estado de Derecho pero que su estrategia da mayor temor a la ciudadanía, que esta a su vez no aprueba un Estado de Guerra como lo plantea el ejecutivo federal.
En conclusión, a 200 años del inicio del movimiento de Independencia en México, estamos varados entre el sueño de los insurgentes y la realidad acechadora, tenemos independencias administrativas pero dependencias de intereses, una “paz” social pero una guerra contra el narcotráfico, justicia constitucional pero inequidad de impartición, es decir, apenas nos estamos enterando de lo que los padres de la patria querían que hiciéramos con ella, y ya es momento de dejar de soñar para ponernos actuar, los sueños lo tienen los dormidos, DESPERTEMOS Y CAMBIEMOS LOS DESACIERTOS, MEJOREMOS LOS ACIERTOS Y PARTICIPEMOS POR UN MEXICO DE TODOS.



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